lunes, 7 de mayo de 2018

Presentación Libro “Fútbol Puertorriqueño; crónica de alegrías, sueños, y desencantos” Luis Reynaldo Álvarez


Presentación Libro “Fútbol Puertorriqueño; crónica de alegrías, sueños, y desencantos” Luis Reynaldo Álvarez
Buenas tardes a todas y todos los presentes.   
Esta vez acudo a otro llamado de mi querido amigo profesor Luis Reynaldo Álvarez Vázquez.  Digo otro llamado porque han sido varios llamados e invitaciones que he recibido de parte de Reynaldo, tales como la invitación a  integrarme a la Junta de Directores de la Galería de Inmortales del Fútbol Puertorriqueño junto a otros destacados exjugadores y colaboradores del Fútbol Puertorriqueño, en adición de la presentación de otros de sus libros sobre el fútbol y libros sobre la obra de un poeta y compositor conocido por ustedes Mario Enrique Velázquez.  Las invitaciones de Reynaldo han sido para jornadas en las que he tenido la oportunidad de conocer seres extraordinarios que combinan en su personalidad, sensibilidad, poesía, un carácter combativo y guerrero -típico del que practica deportes- y los méritos del voluntariado en el servicio a la comunidad, en este caso orientada a los méritos del deporte. 
Asuman pues -dicho en términos futbolísticos- que he sido designado en esta presentación ante ustedes como delantero -que prefiere jugar por el flanco izquierdo del campo- por nuestro Presidente de la Junta de Directores de la Galería de Inmortales del Futbol Puertorriqueño Luis Reynaldo Álvarez Vázquez, autor del libro que procederemos a presentar junto a dos distinguidos profesores Marioantonio Rosa y Maximiliano Dueñas Guzmán.  Debo decir de los co-presentadores que si por cuenta de ellos fuese yo estaría comiendo banco a no ser por la amabilidad y cortesía de Rey Álvarez quien cree que sirvo para darle algún descanso a los dos regulares que me seguirán en ésta presentación.
Comenzamos con el tema de la credibilidad refiriéndonos a Noberto Gónzález fundador de ésta Librería Norberto en donde coincidimos esta noche.  Todos dicen en la industria de las librerías y las editoriales que Noberto cumple.  A veces he oído decir que es el único que cumple en la industria.  Dejo ese juicio a otros conocedores de la industria.  Sin embargo reconozco que ese es y ha sido su mérito y por el cual le felicitamos y nos alegramos de sus éxitos.  Nos alegramos por la credibilidad que tiene su palabra tan excepcional en nuestra sociedad minada por la llamada pos verdad y las llamadas noticias “fake” o falsas en el mejor decir.  Se distingue cerca de nuestra existencia la presencia mentida de un presidente de EE.UU. cuya gestión, eleccionaria y luego pública está plagada de mentiras a utilizadas sabiendas con el fin de obtener un beneficio político inmediato.  Lamentamos no ofrecer tiempo igual para la riposta a los políticos que pueda haber en la audiencia.  La razón es obvia. 
Hablaremos de la verdad; de la ética.  Aludimos a un tema ético que está muy ligado a los deportes y nuestras vidas: la credibilidad. 
Se trata del mérito de la verdad que tanto defendió Bertrand Russell como modelo de pensamiento y conducta en la comunicación. 
Hablemos un poco de ética del deporte.  Las reglas o normas de juego constituyen la verdad o ética del deporte.  En el fútbol como en otros deportes existen reglas de juego que de no cumplirse conllevan sanciones por los árbitros, no solamente por lo que se hace sino por lo que se simula también.  Recientemente se han regulado con sanciones las simulaciones de faltas.  Esas simulaciones de faltas faltan a la verdad y por eso se sancionan.  Vivimos en sociedad entre la verdad y mentira y las faltas que nos cantan como simuladas o verdaderas. Más aún últimamente se ha cuestionado la credibilidad de los árbitros en el fútbol la marcar faltas al Barsa y al Real Madrid.  Se ha alegado favoritismo hacia esos equipos de parte de los árbitros.  Cierto o no, el efecto es el mismo: falta de credibilidad.  Tanto en el derecho como en la comunicación pública no solo basta la intención verdadera en el acto sino que importa también la apariencia de corrección o veracidad.  Ambas conllevan la ecuación de la valides ética.  En el nuevo siglo se ha pretendido utilizar la mera apariencia como recurso de manipulación pública.  A eso nos hemos referido sobre la comunicación pública reciente en los EE.UU.  
Hablemos sobre el libro que procederemos a presentar a ustedes.
No es por casualidad que el título del libro que procederemos a presentar a ustedes esta noche lleve cómo título “Futbol Puertorriqueño; crónica de alegrías, sueños y desencantos”.  Alude Reynaldo a alegrías, sueños y desencantos.  Le dejaré como temas las alegrías y los sueños a los regulares de esta presentación Marioantonio y Maximiliano.  Yo  me referiré de algún modo a los desencantos éticos.  Diría yo que tiene tanta importancia la ética en el deporte como como debería tener en nuestra sociedad en donde en tantas ocasiones se oculta en simulaciones moralistas falsas.  Hablamos de la corrupción.  La misma que ha alcanzado a la FIFA.  El deporte es un microcosmos de las normativas en sociedad.  En eso estriba su importancia respecto a su función normativa.  En el caso de la FIFA no bastaría para atajar la corrupción con escoger personas de carácter ético en las posiciones de mando.  Se requieren estructuras abiertas de inclusión pública para evitar la misma.  No basta con cursitos de ética para evitar la corrupción.  Debemos evitar las estructuras organizativas que lo facilitan.  Eso aplica a todos los deportes incluyendo el de la política sobre todo.  Los políticos pagaron para escoger cedes de competición y funcionarios aceptaron pagos para conceder cedes.   
Eso sería tema de conversación tanto en el deporte como en la política para otra ocasión.  Mientras tanto sirva ésta mención para entender el por qué de algunos comentarios que examinaremos más adelante hablando sobre el tema del futbol.
Les invito a dar una mirada breve al tema del deporte en la literatura como introducción al tema ético que tocaremos.  Hablamos de literatos que han escrito sobre el deporte principalmente en el fútbol.
Decía el ensayista Joan Huizinga en su libro «Homo ludens» (1938) que el juego es una actividad inherente al ser humano que debía concebirse como parte intrínseca de la cultura del mismo y nunca como un mero añadido eventual. Esto es, que jugar implica a todos por la simple condición de nacer personas, y que podrá desarrollarse de una u otra manera, pero lo importante es que acabará haciéndolo.”

Reflexiones sobre fútbol
Mario Benedetti:
“La clásica noción de juego sigue existiendo, pero sólo como condición subsidiaria. Ahora, la prioridad es desembozadamente mercantil. El jugador ha pasado a ser una pieza de consumo y de especulación. Sin embargo, adjudicar la responsabilidad de esta situación a las eventuales exigencias económicas del jugador es cerrar los ojos frente al problema. Lo abyecto es el régimen». El pensamiento fue publicado el 19 de julio del 2000 en El País. En él introduce el que en su opinión es uno de los grandes males del fútbol en la actualidad: la globalización.” (http://www.abc.es/cultura/libros/abci-mario-benedetti-cuando-literatura-y-futbol-si-pueden-mano 201705170101_noticia.html)
Citamos nuevamente a Benedetti «Insisto en que lo abyecto es el sistema, pero no sólo el de la superestructura futbolística. Por encima de ella rigen las infundadas, abusivas y vejatorias normas de la economía de mercado, que nos afectan a todos. El recién inaugurado siglo ha heredado del anterior una palabra aparentemente fútil, pero en el fondo abyecta: globalización. Curiosamente, sólo se habla de la globalización política o de la globalización económica. No se menciona, en cambio, la globalización de la hipocresía», continúa el dramaturgo uruguayo. (http://www.abc.es/cultura/libros/abci-mario-benedetti-cuando-literatura-y-futbol-si-pueden-mano-201705170101_noticia.html)  Me luce que el poeta Benedetti se refiere a la moralidad social o publica de aquellos que se defienden ante la acusación de corruptos con un ‘pruébamelo’ con la esperanza de haber ocultado cuidadosamente su fechoría como buen leguleyo de la ocultación.  Esa es la hipocresía a la que se refiere Benedetti.
También hace referencia el poeta al sentido de afirmación del ser como resultante del deporte rey.  Lo alude en uno de los parlamentos de un uruguayo en su novela “Andamios”.  Dice Benedetti en voz de su personaje y citamos:
«Ya que nadie te informa de cómo van Peñarol o Nacional o Wanderers o Rampla Juniors, te vas convirtiendo paulatinamente en forofo del Zaragoza o del Albacete o del Tenerife, o de cualquier equipo en el que juegue un uruguayo o por lo menos algún argentino o mexicano o chileno o brasileño». (http://www.abc.es/cultura/libros/abci-mario-benedetti-cuando-literatura-y-futbol-si-pueden-mano-201705170101_noticia.html)
Sin embargo el propio Mario Benedetti aparenta una contradicción al hacer alusión al famoso gol de Maradona ante los ingleses.  Dice Mario sobre el asunto y cito:
«Aquel gol que le hizo Maradona a los ingleses con la ayuda de la mano divina es, por ahora, la única prueba fiable de la existencia de Dios».
No solo justifica el gol amañado por las destreza de la simulación engañosa de Maradona al usar una parte de su cuerpo prohibida en el deporte, sino que también utiliza dicho gol ilegal para justificar la intervención de la “mano de divina” en la no cree por considerarse ser ateo.  Necesitariamos tratados para explicar dicha conducta que parece ser de hincha de la peor calaña, pero nosotros no tenemos tiempo ni los recursos filosóficos para hacerlo.  Eso se lo dejo a los regulares de esta presentación, uno de los cuales tiene un grado doctoral en filosofía, por lo que he comido banco por algún tiempo a esta parte. 
Mejor sigamos con Benedetti.
En «Puntero Izquierdo» (1954), el poeta (Mario Benedetti) ofrece la visión de un futbolista atormentado por su situación laboral. Se trata de un hombre joven que juega en un club menor y que, ante el inminente partido contra un equipo de renombre, recibe una oferta pestilente para la buena salud de su nombre en la profesión pero tentadora para la solución de sus intrigas financieras. La acepta y termina no cumpliendo con su cometido por puro azar del juego, y quienes le presentaron la propuesta le propinan una paliza que lo deja incapacitado para seguir jugando.
Se trata de un planteamiento de conflicto ético y tal vez de las eventualidades sugeridas por Deleuze.
Vayamos a Eduardo Galeano  
El escritor uruguayo es sin duda la referencia en escritura futbolística en castellano. Ha escrito libros como El futbol a sol y sombra y ha dejado frases y citas que se han convertido en tópico, como aquello de que se puede cambiar de religión o mujer, pero no de equipo. O la comparación entre el gol y el orgasmo.
Tiene expresiones refiriéndose al fútbol tales como que es «La única religión que no tiene ateos»
Otras menos manidas nos muestran un Galiano alejado del fanatismo futbolero:
“Yo no soy más que un mendigo de buen fútbol. Voy por el mundo, sombrero en mano, y en los estadios suplico una linda jugadita por amor de Dios. Y cuando el buen fútbol ocurre, agradezco el milagro sin que me importe un rábano cuál es el club o el país que me lo ofrece.”
Jean Paul Sartre
Para Sartre, el fútbol ejemplifica perfectamente la inter-relación determinante entre las acciones del otro y las propias, reveladas por la indiferenciación del derecho y del deber para cada jugador, así como el juego de las reciprocidades diversas entre jugadores, grupo adverso y espectadores. Solía ir a ver a su equipo (obviamente el St Germain, el equipo de la Rive Gauche) armado con papel y lápiz para anotar estas observaciones. Tales como
“En el fútbol todo se complica por la presencia del equipo adversario”.  Sartre
Jorge Luis Borges y Boy Casares
Borges dejó dicho que el fútbol es popular porque la estupidez es popular. Es menos conocido que en 1967 se unió a su gran amigo y writing buddy Adolfo Bioy Casares para escribir un cuento destinado a una antología de tema fútbol. El cuento, brevísimo, se titula Esse est percipi (Ser es ser percibido) e imagina un mundo en el que el fútbol deja de ser deporte disfrutado en vivo para convertirse en puro espectáculo manufacturado. Leyéndolo ahora uno no puede evitar de notar los paralelismos con el fútbol actual de clubs y los escándalos de partidos arreglados.  De ese cuento surge el siguiente exordio:
El último partido de fútbol se jugó en esta capital el día 24 de junio del 37. Desde aquel preciso momento, el fútbol, al igual que la vasta gama de los deportes, es un género dramático, a cargo de un solo hombre en una cabina o de actores con camiseta ante el cameraman.
Esa descripción sugiere sobre el fútbol ser un espectáculo en lugar que un deporte.  Tomemos en cuenta esa anotación de la diferencia entre espectáculo y el deporte.
Albert Camus
Camus fue portero de un equipo de estudiantes en su Argelia natal. Del fútbol dijo:
“Porque, después de muchos años en que el mundo me ha permitido variadas experiencias, lo que más sé, a la larga, acerca de moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol, lo que aprendí con el RUA, no puede morir. Preservémoslo. Preservemos esta gran y digna imagen de nuestra juventud. También estará vigilándolos a ustedes.”
Aquí quisiera hacer una reflexión a Freddy Del Valle Bartes, nuestro guardameta.  El dueño de nuestra portería.  A él dedico la reflexión apuntada a que se refiere a Albert Camus.  Veamos por qué: 
Hay quien piensa que lo que quiso decir es que el existencialismo le viene de la portería: todo el tiempo pasado entre los palos reflexionando sobre el absurdo destino del guardameta, que si su equipo mete gol el portero no tiene nada que ver y si el equipo pierde es a todos los ojos el culpable por no haber defendido adecuadamente la portería.”  Imagino las veces que sintió de esa manera nuestro aguerrido y perseverante Freddy Del Valle Bartes.
Y para despedirme de ustedes yo me quedo con lo que se queda Eduardo Galeano, y cito:
“Y yo me quedo con esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al fin del partido.”
Agradecido por su atención. Quedan invitados a la lectura.  Buenas noches.
Rafael Ayala Hernández, JD
Secretario Ejecutivo
Galeria de Inmortales
del Fútbol Puertorriqueño

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